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Redacción: David Gómez Ramírez.
Una pieza artística presentó Francia al mundo. Historia, Cultura y espíritu olímpico en la CEREMONIA INAUGURAL de los Juegos Olímpicos París 2024.
Un esplendor de bailables y actuaciones sobre el Río Sena, el museo de Luvré ó la biblioteca François Mitterrand se disfrutaro por Jefes de Estado y público en general.
Francia abrió las puertas al mundo. Y se mostró tal y como es. Como una potencia económica y el respaldo de la Unión Europea. Con la inclusión social y libertad sexual que forma parte de una «polémica» nueva sociedad mundial.
Con problemas de sobrepoblación que acarrea exigencias al gobierno de Emmanuel Macron, ya que los reportes de un boicot se presentaron un par de horas antes de la ceremonia inaugural.
Personajes y acontecimientos como la Revolución Francesa, Juana de Arco, Maria Antonieta, los deportes olimpicos del pasado, los hermanos Lumiere y un «anónimo», que se paseó por azoteas de edificios, fuentes, calles, presumiendo París formaron parte del repertorio de 4 horas de transmisión.
La Torre Eiffiel fue la máxima artista del espectáculo. Habló, bailó y llenó de luces al mundo sin un fuego artificial en los cielos durante la pertinaz lluvia que no cesó en todo el evento.
La Grande «Celine Dione», interpretó magistralmente «Hymne à l’ amour«, de la cantautora Edith Piaf y conmovió a propios y extraños al estar debajo de los aros olimpicos con su elegante vestido en plata y su deslumbrante voz.
Celine,cantándole a París desde la Torre Eiffiel, esa postal será recordada debido a su diagnóstico que la aqueja desde hace meses: Sindrome de la persona rígida.
París presumió su legado. Esperemos que para los Juegos Paralímpicos que serán del 28 de agosto al 8 de septiembre se repita la misma función.