Jugadores del Atlas celebrando con la afición rojinegra el campeonato de Fútbol Mexicano «Grita México 2021». Foto: David Gómez/Marketing Magazine
Redacción: Mario Alberto Valdez
Twitter: @MarioAValdez
Ya pasaron más de 24 horas del campeonato del Atlas y no han sonado las trompetas en el cielo. Momento de eliminar el que era el último mal chiste a costa de los rojinegros.
Ellos, mientras tanto, siguen en la borrachera, pues a fin se cuentas quién le puede poner límite a un festejo que dilató 70 años.
Y los que prometieron tortas ahogadas, chilaquiles o cerveza gratis? Cómo van, cómo les fue?
Los que no vestimos esos colores seguimos preguntándonos cómo es que ni con VAR se sancionaron correctamente tres jugadas decisivas en cada instancia de la liguilla. Los rojinegros, ebrios todavía en el frenesí del triunfo, apelan al “fuimos mejores que Monterrey, Pumas y León y merecimos ganar”. Y ahí sí, tienen razón, precisamente en donde la locura dopada con felicidad no deja espacio para eso, la razón
Y cada uno de ellos sigue viendo el penal de Furch al menos veinte veces al día. Con la narración del “Perro”, que terminó ahogándose cuando se le desbordó la emoción por la garganta. O Paco González en Radiorama con el ahora legendario “no quería morirme sin ver campeón al Atlas!”. Y por supuesto, con el histórico debut de Medrano como relator -“todos quieren narrar ahora, y no todos pueden narrar”, me dijo un día -, quien perdió la voz pero no la postura mientras un eufórico Deivid lo esperaba para fundirse en un abrazo al salir de cuadro.
Como ese festejo, miles en las tribunas, en los hogares tapatíos donde siempre hay por lo menos uno que abrazó la cruz rojinegra. El abuelito en silla de ruedas con la bandera en la espalda al que la hija quería hacer llorar a huevo; la chica que casi avienta al perro, los que arriesgaron el celular en el estadio con una selfie que valió madre cuando el tiro de Furch sacudió las redes. Y como epílogo la jornada que tuvo el Potrillo, que muy temprano perdió a su rojiblanco padre, y ya muy entrada la noche vio ganar a su rojinegro equipo.
También Leé: INEXPLICABLE La Insoportable levedad de ser del Atlas.
Yo, por mi parte, sigo rumiando esa crónica que no pude escribir. No son mis colores, pero si hay un evento que deseaba cubrir y redactar era el del campeonato del Atlas. Estaba listo en Toluca en 1999 y tuve que abrir con el histórico penal del “Jerry” Estrada. Mi espera fue de 25 años y ya no pude prolongarla más. Y justo un año después, ahí está. Atlas me hizo un Atlas, pero al revés.
Pero bueno, cómo dijo un día el “Chepo” de la Torre, “lo importante es que tenemos salud”… y, sobre todo, que las trompetas no sonaron.
*Mario Alberto Valdez ha trabajado en Diario Deportivo Récord, El Informador, Radiorama y actualmente en TUDN